8 abr 2012

El cliente también puede retuitear y tener la razón



Con este tuit empezó todo. Los retuits se multiplicaron de inmediato y de repente el mal servicio de Saga Falabella se hizo tendencia. Así de simple. Pero, ¿por qué #SagaEntrégameMiCama se hizo tendencia? Por varias razones, pero la principal –según mi apreciación– fue porque muchos se identificaron con el maltrato que numerosos centros comerciales nos dan a diario, pese a que nuestro dinero es aquel combustible que los hace funcionar.

Maltrato, mal servicio y abuso que cometen desde la simple bodega que infla sus precios cuando le da la gana, hasta una transnacional como Claro, Telefónica, Ripley y Saga, empresas que no se distinguen precisamente por ofrecer un servicio de calidad a los peruanos.

Mi caso es simple de entender. No me entregaban una cama que compré hace 20 días. Los reclamos vía teléfono o internet se reducían a: “Estamos viendo su caso”. Tanto mi pareja y yo pensamos seriamente acudir al Indecopi, pero el trabajo no nos daba tiempo para ello. Y al final, decidimos “hacer bulla” por las redes sociales y funcionó.

Mucha gente se identificó, mucha gente se sumó a la “cruzada” para Saga atienda a nuestro caso y en menos de una hora, una de las gerentes de la empresa se comunicó con nosotros para solucionar nuestro caso. Luego de las disculpas dijeron que la cama llegaría al día siguiente y que incluso mandarían a un técnico para armarla, debido a las molestias.

En efecto, la cama llegó al día siguiente y luego de tanta “bulla virtual” los encargados se dispusieron a armar la cama, pero se dieron cuenta de que no habían llevado los pernos. O sea, solucionaron el problema a la volada. Luego de ello, nos ofrecieron un 20% de descuento, pero lo que respondimos fue que lo único que nos importaba era la cama. Nada más. Al día siguiente llegaron los pernos y finalmente tuvimos la cama, pero con un sabor amargo que aún perdura.

Pero no todo fue cólera, somos conscientes de que el fenómeno causado por #SagaEntrégameMiCama ha creado un precedente y Saga Falabella, así como otras empresas que de todas maneras se han enterado del hecho, lo pensarán dos veces al momento de atender a los usuarios que con buena fe esperan el trato que merecen. Muchos tuiteros han afirmado que pensaban comprar una cama y por este caso afirmaron que ya desistieron de hacerlo.

Agradezco a las personas que apoyaron con RT, con menciones, con su gran humor, con sus comentarios, narrándonos sus casos, etc. Es bueno saber que el Twitter también es usado para estos fines, es cosa de aprender a solidarizarnos ante este tipo de maltratos e injusticias.

Ojalá que muchos se atrevan a denunciar hechos similares, aunque da pena pensar que algunas empresas recién se preocupan en atenderte bien cuando tu reclamo es tendencia nacional. Sin embargo, queda el aprendizaje. Si el Estado nos pone trabas o demora en atendernos, aquí tenemos otra opción: las redes sociales, la presión virtual, un nuevo fenómeno que el peruano debe aprender a manejar más seguido.

No guarden sus frustraciones para sí mismo, escriban, expongan su caso y verán que con insistencia conseguirán lo que desean. Es gratificante pensar en el poder que puede tener un simple RT. Usemos ese poder en casos similares. Muchas gracias a todos.

Los dejo con los tuits que tienen que ver con el buen trato que merece el consumidor.  
  

















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